Debut e injusta derrota del equipo Pilarense

El primer partido de la temporada dejó un sabor agridulce. Hay muchas cosas para destacar pero lamentablemente se quedó con las manos vacías inmerecidamente.

El partido fue áspero y con poco fútbol. Uno de los puntos fuertes fue la entrega del equipo y el orden táctico que mostró hasta mediados del segundo tiempo.

La primera etapa mostró un equipo pilarense que se adueñó del balón y ganó casi siempre en mitad de cancha. Físicamente superó a su rival. Le faltó profundidad, igual se las ingenió para crear algunas situaciones de gol. Un par de remates de media distancia de Leandro Wapen que se fueron desviados, un centro desde la derecha que Darío Walpen no llegó a conectar con su pierna menos hábil y un tiro libre apenas alto ejecutado por éste último, más una media vuelta de Ezequiel Gueli que se fue besando el poste izquierdo tras
un centro desde la izquierda; fueron las oportunidades que el equipo dirigido tácticamente por Juan Pablo Michlig no supieron aprovechar. Aníbal Panda Chiaraviglio tan sólo tuvo una intervención y resolvió con un chapuzón a la zona mullida de césped del área chica y desvió un fortísimo remate al corner.

El primer tiempo de los pilarenses dejó una aceptable labor en líneas generales y sin duda mereció irse al descanso por lo menos con alguna ventaja en el marcador.

Pero en la segunda mitad, las cosas fueron diferentes. Midland emparejó las acciones y a Pilarenses se le hizo más complicado llegar al área rival. Igual tuvo sus situaciones. Ezequiel Gueli recibe una habilitación sobre la izquierda, que en gran acción individual deja en el camino a un defensor quedando cara a cara con el arquero y su definición no es precisa lo que posibilita una gran tapada del portero Midlanés. Minutos más tardes Lucas Viotti no alcanza a pellizcar un centro picante desde la izquierda y el balón queda en manos del arquero.
Pero los goles que no se hacen en un arco se hacen en el otro. Un centro desde la derecha se clava en el ángulo de Charaviglio que nada pudo hacer.
Sebastián Galarza inmediatamente toma la lanza y es derribado bruscamente en las cercanías del área. Leandro Walpen más que centro pone una asistencia a la cabeza del mismo “Vaqui” Galarza que con una simple peineta deja desaireado al guardameta para estampar el merecido empate.

Pilarenses no se alcanzó a acomodar, que el equipo Midlanés se pone otra vez en ventaja; y otra vez de pelota parada. Esta vez desde la izquierda, el envío del centro pasado es conectado de cabeza al fondo de la red, tras un error compartido entre la mala salida del arquero y la mirada atenta de la defensa.

De nuevo a remarla, casi sin tiempo, los pilarenses se fueron todos en busca del empate, pero antes del silvatazo final, llega una contra perfecta de Midland que liquidó el pleito. Fue un injusto 3 a 1 final. Pilarenses no debió quedarse con las manos vacías, pesó su inexperiencia en la liga.

Lo positivo: la entrega y el juego mostrado teniendo en cuanta que no existió pretemporada, siendo dominador del juego casi todo el partido.
Lo negativo: demasiadas infracciones en las cercanías del arco propio. Se aprovechó poco la altura de Viotti-Galarza en tiros libres a favor.

3 Comments:

Passman said...

lo que hay que hacer: las pocas situaciones que se generan en estos partidos, hay que convertirlas en goles.
lo que no hay que hacer: desesperarse en cualquier momento del partido (como se hizo en el 2do tiempo). Si te desordenas atrás, te vacunan.

Rugeri said...

passman, cuando jugaste al futbol vos??

Horacio Pagani said...

Muy light para mi gusto el artículo sobre la actuación de Pilarenses. Debería haber más palasos para algunos.
UUUOOOOPPPPP.

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