Demasiados soldados para pocas armas

Esta vez la convocatoria fue record. La fría noche de Recreo recibía a 2 aurinegros, uno con posibilidades de campeonar, y otro de promocionar. Obvio que Pilarenses es lamentáblemente el segundo descripto.

El planteo de Karlen fue certero, mandando al equipo al ataque desde el primer momento, con un Zapallo de enganche y Madera junto a Fender de puntas. Son ellos quienes iban a provocar, con ayuda de la defensa contraria, una seguidilla de situaciones de gol que no fueron bien aprovechadas. A contra partida, los que ligaron la casaca, contragolpearon con sus ágiles delanteros, y en las 2 oportunidades que tuvieron, hicieron ambos goles que liquidaron de antemano el partido.

Ya en el complemento, y con 6 en el banco, el DT manda de entrada a Bustos y Deheza, para cambiar de aire el mediocampo. Luego la entrada de Pajita tampoco alcanzó para ayudar a un Cordero que se sintió devastado por la cantidad de pendejos que ofrecía el rival en el círculo central.

Ya con línea de 3 en el fondo, comandada por un Darío Walpen que dejó la vida y los talones en cada dividida, Pilareses desperdició un par de chances para el descuento. Chances que si aprovecharon los que se llevaron el triunfo sobre el final por un merecido 3 a 0.

Se destaca ampliamente el sacrificio de Leandro Walpen y la aceptación generalizada de la derrota.

En conclusión queda sabido que se jugó contra un equipo joven y de buen fútbol, y que ahora dependemos de nosotros mismos para tratar de no descender.

Ya mañana la final pasa a llamarse "ganarle o ganarle a resaka" y quedar tranquilos otro campeonato mas en la mayor categoría.