Otro duro empate y van...

El aurinegro medía sus filas versus el puntero y nuevo concursante en la categoría, el duro Sivicaldo. 

Los de la camiseta del inter venían de perder 5 de sus soldados en la fecha anterior por razones obvias de violencia campal. Pero acudiría al pleito a narrar, con un cuadriplicado de refuerzos que muy lejos estuvo del promedio de coherencia visual que presentaba alguna vez esta liga. Pero el de la "P" mayúscula no haría caso a suspicacias y arrancaría el juego de igual a igual. Tanto Kike Karlen, como el Gasti Tschieder, de gran partido, tendrían un par de situaciones netas tras la seguidilla de achiques que tiraban los nerazzurros del fondo. 

En una de esas chances, la mas clara la iba a tener el Dt del equipo, tras temenda habilitación de Nacho Karlen y luego del cierre espontáneo del arquero, sería el fanático de Abreu quien mandaría el bolo por encima de quien lo apretara, derivándola por muy poco al costado del primer palo. El palo que minutos mas tardes le vendría en contra a Pilarenses, pero en el arco de enfrente. Tiro libre fortísimo para ellos, el bolo rebota contra el pecho de un suertudo pescador y el puntero mete el 1 a 0. 

Sería entonces otra vez, quien no sino Vaquilla, el que tomaría el mando del contraolpe, generando él mismo un lícito penal y ejecutándolo con total sobriedad para colgar el justo empate invitando al entretiempo a los 22. 

Ya para el 2º tiempo, con Alcancía y Mati Deheza al campo, el cibernético aflojaría en lo físico como todos los complementos. Pero igual tendría un par de chances de la mano del ex River, quien por mala suerte se volvería a lesionar, pero seguiría jugando en una sola pata. Es ahi cuando su propio hermano, el menos pintón de los 3, se convertiría en salvador de la parda tras 2 o 3 tapadas de primer nivel. Dejó atónito al goleador de la categoría con un par de gritos y, junto a los palos y la mano del Mago Kunz derivarían al fin en un poco de suerte para los pueblerinos. Esa suerte que faltaba hace rato. 

El tumulto del final fue leve y obvio tras el color de la batalla. El rival perdería la punta y los de Pilar se irían con ganas de mas. Un partido parejo, en el cual se podría haber ganado, como también se podría haber perdido. Se destaca la figura de un Galarza desgarrado, callado y goleador. Como así también la típica garra de Cordero que no se condice con su desorden. Los pendejos del fondo hicieron muy bien su laburo y el chiquito de arriba corrió y ayudó en cada recuperación. Como varios lo dijeron, contando con 2 o 3 figuras faltantes (por cuestiones entendidas y personales), este partido se ganaba. Pero así fue y así se archivará en la estadística. 

Transcurridas 5 fechas, Pilarenses es el único invicto del torneo, pero también el que mas empates acumula. Su defensa el la 4ta menos vencida, pero los goleadores no aparecen. Sabemos que el equipo juega mejor que otros campeonatos, pero no encuentra el triunfo de manera consecutiva como para poder escalar de a 3 y darle miedo a los de arriba.